La diabetes es una enfermedad bien conocida que afecta a más de 34 millones de estadounidenses. Pero muchos no saben que la diabetes puede causar daños duraderos a los ojos si no se trata adecuadamente. Puede afectar a cualquier persona con diabetes tipo 1 o tipo 2. Cuanto más tiempo tenga diabetes y menos controlados estén sus niveles de azúcar en sangre, mayor será la probabilidad de desarrollar lo que se conoce como retinopatía diabética.

Esta complicación daña los vasos sanguíneos de la retina, el área del ojo que se comunica con el cerebro. La retinopatía diabética generalmente afecta a ambos ojos y a menudo puede progresar con pocos o ningún síntoma, causando un daño significativo que puede conducir a la ceguera si no se trata. La mejor forma de prevenir daños permanentes son los exámenes de la vista de rutina.

Muchas personas con diabetes pasan años sin un examen de la vista, solo para descubrir que su visión se ha dañado lentamente con el tiempo y no se puede revertir. Si bien es posible que los síntomas no se presenten al principio, pueden desarrollarse a medida que la afección continúa e incluyen:

• Manchas o hilos oscuros en su visión
• Visión borrosa
• Visión fluctuante
• Visión de color deteriorada
• Áreas oscuras o vacías en su visión
• Pérdida de la visión