La cirugía de glaucoma es necesaria para reducir la presión en los ojos abriendo ángulos de drenaje bloqueados o creando una nueva abertura por la que el líquido pueda fluir para salir del ojo. En algunos casos, se puede realizar una cirugía para aliviar el dolor causado por el glaucoma.
Las opciones quirúrgicas tradicionales para el glaucoma (trabeculectomía e implantación de una derivación de tubo) tienen una cantidad sustancial de complicaciones potenciales, que incluyen hipotonía, hipema, fuga de ampolla, infección de ampolla y endoftalmitis.
La cirugía de glaucoma mínimamente invasiva (MIGS) proporciona una reducción de la presión intraocular para pacientes con glaucoma leve a moderado con un mejor perfil de seguridad que la cirugía de glaucoma incisional tradicional. Estos dispositivos y procedimientos a menudo se combinan con la cirugía de cataratas o se completan como procedimientos independientes. Estos suelen estar cubiertos por compañías de seguros médicos.
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